n. 44

Pueblo: Mora de Rubielos, el respeto de las tradiciones.

Turismo activo: Alpinismo invernal en Javalambre. Recorrido circular por el corredor de La Cueva y el de La Fe.

Patrimonio: El órgano de Luco de Jiloca.

De otro tiempo: El castillo de Albarracín.

Turismo activo: Cicloturismo en el Maestrazgo: “La últimafrontera”.

Fin de semana: Teruel en panorámico.

EDITORIAL

En el número anterior hacíamos referencia a las pocas precipitaciones que habían acontecido en primavera, esperando que en el mes de otoño se dieran. No ha sido así y la prueba han sido los numerosos incendios que han habido en España, más concretamente en Galicia y Asturias con un desenlace fatal en cuanto a víctimas humanas se refiere, además de un desastre ecológico. Esperemos que este invierno sea no solo año de bienes sino también de nieves.

Comenzamos con un amplio reportaje de la localidad de Mora de Rubielos. Si quiere saber el porqué de su nombre y la importancia histórica que tuvo, unido a la monumentalidad de su castillo y excolegiata, aquí podrá disponer de las claves. Mora de Rubielos recibe hospitalaria a todos sus visitantes sobre todo procedentes de la zona levantina. El turismo veraniego, el turismo de nieve, la trufa y otra serie de encantos hacen de Mora una localidad, desde hace muchos años, fenomenal para disfrutar de un fin de semana, en pareja, con amigos o familia.

Iremos aclimatándonos con la estación invernal en el reportaje de los “corredores invernales en Javalambre”. Un breve pero espectacular reportaje donde nuestros colaboradores Javier Magallón y Manolo Soriano, a pesar del frío y la casi congelación de sus extremidades nos regalan unas heladas estampas en plena montaña nevada.

De la mano de Jesús María Muneta, no solo contemplaremos el coqueto órgano restaurado de Luco de Jiloca, sino que también podremos escucharlo, a través del canal youtube y el código bidi que aparece en el propio artículo. De sobras es conocida la pericia y maestría del “Padre Muneta”; no pierdan la ocasión de disfrutar de unos breves acordes, donde podremos “escuchar” como “suena” el órgano de Luco de Jiloca restaurado por los mecenas, Pilar Corella Gil y familia, en el año 2014.

El Castillo de Albarracín, que tantas leyendas encierra, como la de doña Blanca, en esta ocasión les expondremos un sucinto resumen cronológico y arqueológico de cuando la dinastía beréber de los Banu Razin (de donde procede el nombre de la ciudad de Albarracín), construyen la alcazaba, para posteriormente pasar al señor navarro Pedro Ruiz de Azagra y el devenir posterior de dicho castillo. Conociendo nuestro pasado podemos apreciar y valorar en su justa medida nuestro patrimonio.

Un extenso reportaje sobre una ruta cicloturista por el Maestrazgo en pleno invierno titulado “La última frontera” nos adentrará en una atmósfera llena de sentimientos, un territorio lleno de paisajes agrestes y pueblos que conservan su origen primigenio de la épocas de los maestres y las órdenes militares medievales, donde la soledad, en plena estación invernal, es la compañera de viaje en bicicleta cual quijotes peregrinos a lomos de nuestro rocín.

Por último, en este 800 aniversario de los Amantes de Teruel, para todos aquellos visitantes que están acudiendo a la ciudad del amor, les ofrecemos la oportunidad de ver Teruel con otro punto de vista. Lo habitual cuando conocemos una ciudad es adentrarnos en su angostas calles, las más antiguas, y buscar algún escudo heráldico o vestigio que nos indique su antigüedad, lo más auténtico. Si bien es cierto que el conjunto histórico de la ciudad (el Mudéjar Patrimonio de la Humanidad) es excepcional, no lo es menos la visión panorámica, a distancia, desde unos miradores que sugerimos al visitante para que pueda disfrutar, de otra manera, de la ciudad, en lugares relativamente cercanos.

Deseando un nuevo año con éxito en las metas a lograr, y con esperanzas renovadas, les dejamos que disfruten de la amena visión y lectura de esta nueva entrega, la 44 de la revista turística de Teruel por excelencia.